6 de diciembre de 2013

¿CÓMO PONER LA MESA PERFECTA PARA ESTAS FECHAS?


Colores, mantelería, adornos, centros de mesa, vajillas, cristalería… son muchos detalles a tener en cuenta. Una buena planificación del tiempo, un pellizco de imaginación y una gran dosis de ilusión harán que consigamos una fantástica puesta en escena para nuestro menú navideño.

LOS COLORES
Obviamente el rojo, el verde, el dorado o el plateado son la apuesta para combinar en estas fechas. Pero también podemos arriesgarnos con otros colores. Existen tantos estilos como personas para crearlos.
       LA MANTELERÍA
Daremos un repaso a servilletas y manteles, para que una mancha incómoda no estropée nuestra velada.
      ADORNOS
Unos servilleteros hechos a mano, unas tarjetitas con el nombre del invitado o una bonita carta con los platos que se servirán, pondrán nuestro toque personal.

 EL CENTRO DE MESA
Debemos tener presente la forma de la mesa. Un centro alargado irá ideal en una mesa rectangular u ovalada pero una mesa cuadrada o redonda lucirá mejor con un centro acorde a ella.

VAJILLA, CUBERTERÍA Y CRISTALERÍA
Para que luzcan como nunca las lavaremos a mano y dejaremos secar. Con un trapo de algodón sacamos brillo a cubiertos y copas para que queden perfectas sin esos incómodos rastros de gotitas.



¿CON QUÉ ESTILO TE IDENTIFICAS?
Si elegimos una decoración natural nos decantaremos por colores que nos recuerden la naturaleza: tejidos como el lino o el algodón, velas color crema o un centro de mesa con piñas, piedras y frutos secos, unos servilleteros hechos con ramitas de canela o cuerdas y una vajilla blanca o beige. 

Estos espacios transmiten tranquilidad e invitan a alargar la sobremesa durante horas

Si nuestra apuesta es una decoración sofisticada o elegante, el blanco como base y pinceladas de oro o plata serán la elección acertada. Candelabros de cristal, velas, mantelerías de hilo... 
Nos parecerá estar en un paisaje etéreo entre hadas y elfos

Si nuestra decisión es más hogareña nos dejaremos envolver por la calidez del rojo combinado por el verde abeto y pinceladas de blanco. 
Nos sentiremos como en los cuentos de nuestra niñez, dejaremos a los niños que lo inunden todo de ilusión y alegría…y de manualidades

Si la opción es una elegancia rústica, un gris azulado con toques de rojo o verde y algo de blanco o beige nos transportarán a la campiña francesa.
Cuidaremos los detalles pero sin pasarnos en la cantidad, el color lo utilizaremos con moderación pues la decoración tiene que acompañar a la comida y no molestar la charla.

Ya sólo queda pensar en los platos que serviremos…
pero eso lo dejaremos para otro post ;)

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