Y el lugar idóneo, la casa del pueblo.
Como siempre, el palé lo hemos recuperado de una obra.
Para empezar, arrancamos cuatro tableros que posteriormente utilizaremos para hacer la parte inferior de las macetas.
Unas bolsas, a las que hemos recortado la parte de las asas y practicado unos agujeros para que se filtre el agua sobrante, servirán para proteger la madera.
Y este es el resultado, una vez decoramos con nuestras plantas:
¡¡Esperamos que os haya gustado!!
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